Los orígenes del Pimiento de Espelette se remontan al siglo XVII, cuando un marinero vasco que había estado navegando con Cristobal Colón trajo algunos pimientos al País Vasco. Al principio se utilizaron para conservar alimentos como la carne y el jamón pero, con el tiempo, se han convertido en un ingrediente indispensable de la cocina vasca. Aunque reciben el nombre de “Pimientos de Espelette”, son producidos en 10 pueblos de la región. La Unión Europea ha otorgado incluso una denominación de origen a la región de Espelette, lo que significa que sólo los pimientos de esta zona en particular pueden ser llamados Piment d’Espelette.
En Espelette es muy habitual ver casas con pimientos colgando de sus fachadas y balcones. Los pimientos se secan a finales de verano y van tomando un tono rojo oscuro. Incluso se celebra un festival a finales de octubre que gira alrededor de este producto.