Hace más de 40 años que Iñaki Arregui comenzó con la cría de cerdos para luego trasladarse a Francia para aprender los secretos de su afamada charcutería. Y así comenzó a elaborar y comercializar sus propios productos de una manera artesanal (txistorra, morcilla, lengua, callos…).
En 1992, junto a su mujer Pilar, tomaron la decisión de crear su propia empresa, ampliando la gama de productos y elaborando platos con recetas e ingredientes naturales.
Desde el año pasado, es su hijo Aitor el que está tomando el relevo y las riendas de una empresa que empezó de la nada y, después de mucho sacrificio, ha conseguido crecer y hacerse un hueco en el mercado sin perder nunca la esencia y calidad de la misma.