Llevaba un tiempo queriendo lanzar/ofrecer un producto especial en la web de La Oveja Latxa. No hacía más que dar vueltas a la cabeza y, además, quería hacerlo con la marca de La Oveja Latxa.
Me encanta la madera, siempre me ha gustado su tacto y, como provengo de una familia de carpinteros, en mi casa siempre ha habido productos de madera hechos a mano, de hecho, la cocina de mi madre es de roble macizo producido a mano por mis tíos.
Como uno de los productos estrella de La Oveja Latxa es el queso, pensé que unas tablas de queso serían ideales, pero hay tantas variedades en el mercado que no quería producir algo similar.
Y entonces encontré un taller muy especial en Zarautz y, durante 5 meses me he asomado a su escaparate para observar sus maravillosos “skates”, hechos a mano y con unos increíbles diseños. Y sucedió lo que tenía que suceder; mi cabeza empezó a dar más vueltas que un tiovivo y a maquinar cómo adaptar esos diseños tan increíbles en una tabla de queso.
Conocí al dueño del taller, a Xaxio y a su compañera Arri y, no sabéis lo alucinante que está siendo todo el proceso. Le conté a Xaxio mi idea; quería algo innovador, con aire surfero y que fuera bonito. Se ha involucrado tanto que en 5 días teníamos los primeros prototipos y estoy emocionadísima.
Xaxio es un creador. Le motiva crear cosas y es impresionante el compromiso y la ilusión con la que trabaja. Tiene mucha imaginación y un talento innato. Ojalá pudierais ver su taller. Es muy especial y tiene alma entre tanta madera, colas y skates.
He enseñado los primeros prototipos a los amigos y familiares y han gustado mucho. De hecho, Joseba Arguiñano me ha pedido uno muy especial para su nueva tienda de Donostia, que abrirán en dos semanas.
Tenemos la intención de comenzar con la producción en los próximos días y, en nada, estarán en la página web.
Esperamos que os guste tanto como a nosotros estas tablas tan especiales.